Roído vivo moriré, hasta el hueso
Por gusanos en fila como versos
Con las manos atadas bajo una catarata
En un triste incendio acabaré abrasado
Me moriré un poco, quizás mucho
Sin apasionamiento, pero con interés
Y, finalmente, cuando todo acabe
Me moriré
Este es un fragmento de un poema traducido por Santiago Auserón para el poemario: No me gustaría palmarla de la editorial Demipage (2009). Traducciones de Fernando Savater, Luis Antonio de Villena, el poeta Luis Alberto de Cuenca, Jorge Alemán, los cantantes Javier Krahe o Andy Chango y el músico Santiago Auserón, entre otros. Las ilustraciones provienen de otros tantos notables dibujantes y pintores que fueron elegidos por un ilustrador de Montreal, Martín Matje, y que desgraciadamente murió antes de ver publicada su creativa propuesta, pero sus ya casi póstumos dibujos aparecen en tinta roja en las primeras y últimas páginas de este libro.
+info
Me encanta el título del espectáculo, de caricia y puntapié, y no todo lo que cabe entre ellos, supongo, acertadísimo.
ResponderEliminarUn abrazote,
David Villanueva